Dirigiéndose cada vez hacia rutas más orgánicas, naturales y que representan pasión real por las marcas, no es ningún secreto. Sin embargo, hay tendencias que, aunque llevan un par de años en el punto de mira, se han terminado de consolidar como fundamentales para marcas y anunciantes, dada su relevancia para las generaciones actuales y futuras.
Una de las que merece ser tenida en cuenta especialmente es, sin duda, el livestreaming. Pero, ¿qué la hace tan especial? Aunque los directos llevan presentes desde hace ya algunos años, el confinamiento incrementó la necesidad de sentirse acompañado y el mundo del contenido en directo cobró una relevancia especial en redes sociales. Gracias a él, pudimos interactuar, descubrir y vivir en el momento situaciones que nos hacían sentirnos más cerca los unos de los otros y paliar el temido FOMO (fear of missing out).
Podemos acceder a este tipo de contenido a través de múltiples plataformas como Facebook, Youtube, Mixer de Microsoft… pero ha sido Twitch la que ha alcanzado mayor popularidad, especialmente gracias al universo del gaming. Lo más relevante es que todas tienen un atractivo común: la capacidad de generar comunidades nicho, ya que en estos canales de comunicación existen audiencias y contenidos enfocados en cualquier tipo de interés.
Son muchos los expertos que vaticinaban una caída en la popularidad del livestreaming con la llegada de una nueva normalidad, pero ha ocurrido justo lo contrario. Los usuarios no solo no han abandonado este tipo de contenidos para volver a los tradicionales, sino que prácticamente se ha duplicado su consumo. Según StreamHatchet, la evolución de horas vistas en las plataformas a nivel global ha sido espectacular. Youtube Live ha pasado de 2,1 a 2,7 mil millones en el mismo periodo; y Facebook, alcanzó a 2,3 mil millones versus los 1,1mil millones del año anterior. Sin duda, esta tendencia al alza nos demuestra que hay mucho recorrido a nivel branded content.
Pero, ¿cómo es la audiencia que lo consume? Este tipo de plataformas nos abre la puerta a consumidores más específicos, pero, también, más difíciles de alcanzar e impactar si no tenemos una afinidad con ellos. Si tuviésemos que hacer una radiografía del target en base a los datos de Twitch, nos estaríamos dirigiendo a un 65% de hombres, principalmente millennials (32%) y pertenecientes a la generación Z (42%).
No obstante, el livestreaming no es el único vehículo marketiniano a tener en cuenta. En el ecosistema digital también encontramos muy asentada la tendencia de contenido basada en los vídeos cortos. Ésta está claramente liderada por TikTok, pero tan ha sido su impacto que hemos podido ver cómo su estilo ha ido invadiendo otras plataformas como Instagram a través de sus ‘Reels’, Pinterest mediante sus ‘Idea Pins’ y, recientemente, Youtube con sus ‘Shorts’.
Según un estudio de Statista, y solo durante los primeros 5 meses de 2021, TikTok ha contado con más de 40 millones de usuarios activos a diario en su plataforma – 25,4 millones de en los dispositivos iOs y 15,06 en Android -, pero llega a alcanzar los 800 millones de usuarios que consumen este formato corto de contenido digital, según datos de Wallaroo. Por su parte, Youtube, presume de haber alcanzado ya la nada desdeñable cifra de 6,5 mil millones de visualizaciones diarias en su formato ‘Short’.
Todas estas cifras nos hablan de crecimiento y oportunidad con las audiencias más jóvenes. Una oportunidad que no deben desaprovechar las marcas, sino lanzarse a probar nuevas formas de comunicación que les permita impactar a nuevos consumidores y destacar gracias a la innovación.
Otro de los formatos que llegó para quedarse es el podcast. Cada vez más abrazada por celebrities y medios de comunicación profesionales, esta alternativa de contenido on demand está dando el salto a personas anónimas y también a grandes marcas y agencias que buscan generar engagement de una manera natural, no invasiva y muy cualitativa.
Y es que, ¿quién decía que la radio era un medio moribundo? Al igual que otros, el formato de solo audio ha evolucionado, transformándose y adaptándose a las nuevas necesidades del usuario. Según un estudio realizado por la plataforma especializada Discovery Pods, un 82,4% de los aficionados a podcasts escucha más de siete horas a la semana y el 59% afirma pasar más tiempo escuchando podcasts que en las redes sociales.
Un podcast puede acompañar al usuario durante un viaje, ya sea al trabajo o al otro lado del mundo, mientras trabaja o realiza algún tipo de labor, o simplemente en su tiempo libre. Y esto también es de utilidad para las marcas, especialmente porque es un contenido buscado y que se consume con un grado de interés muy elevado, algo que escasea en la era de la economía de la atención y las dobles pantallas.
Ya sea creando un podcast como branded content o simplemente publicitándose en uno, las compañías pueden beneficiarse de esta tendencia al alza. Es más, el 55,6% de los encuestados afirma haber adquirido un producto después de haber oído sobre él en un podcast. A ellos se puede acceder desde múltiples plataformas, destacando Spotify y Audible (Amazon), con formatos de pago, freemium o gratuitos. Todas ellas ofrecen contenido de todo tipo y temáticas, creando la posibilidad de llegar a targets más generales o específicos.
En definitiva, este contexto nos lleva a revisitar dos pilares clave de la evolución del marketing tal y como lo entendemos: el Advocacy Marketing y el Branded Content. Nos enfrentamos a un consumidor más informado que nunca y que demanda contenido cada vez más orgánico y real, en el que se sienta representado. Demandan acciones más conscientes, sostenibles e inclusivas, y así lo demuestra el 64% de los consumidores que recompensaría a las empresas que realizan algún tipo de activismo y el 77% de los GenZ que remarcan la importancia de acceder a personas y contenido real.
Por este motivo, hoy más que nunca, la figura del embajador de marca es esencial para que las compañías encuentren su hueco en estas nuevas tendencias de comunicación, contenidos y plataformas, consiguiendo humanizarse y acercarse a sus distintos públicos: consumidores, líderes de opinión, empleados o partners. Solo así podrán lograr un interés genuino, creando un contenido propio que genere engagement y crecimiento real. Sin duda, algo que aporta mucho más valor que cualquier anuncio tradicional.